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el viento

BASSAM HAYYAR - libano

LAS CARRERAS DEL DOLOR

 

Ponte en marcha, si aún es posible ir.


Llévate la blancura de las paredes, el cobre de los potes y los silencios del paseo en las avenidas. Llévate los

 

visitantes del aburrimiento, los deseos ciegos y el dinero artificial de las risas. Me he curado de mi tristeza y he

 

enterrado sus cenizas en la grava.


La rechacé y la sepulté en las piedras. Curado de mi esperanza de curarme, la llevo en mí como una inflamación

 

del cerebro o una hinchazón de los párpados.


Me he curado de tu amor. Ahora puedo vivir.

 

 
 

OTRO HOMBRE

 

¿Todo se acabó de verdad?


Dejaron las copas y las sillas


Y yo me quedo aquí, solo


Para apagar la luz y dormir.


¿Y si están escondidos detrás de las puertas


O detrás de las paredes


esperando?


¿Y si después que yo cierre los ojos


La noche empieza en mi ausencia?

  *Poeta, critico literario y traductor. Obras: Las preocupaciones de un hombre muy tranquilo (1980), La historia del que se enamoró del canario (1996), Algunas cosas (1997). 

 

sargón bulus - iraq

RETRATO DEL IRAQUÍ DE 
LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

Lo veo aquí o allí:

su mirada extraviada en el río

de las calamidades, la nariz arrancada

en el cementerio de las matanzas, el vientre, que ha triturado

el trigo

de la locura en los molinos de Babilonia

durante diez mil años...  

Veo su imagen,

cuyo marco se ha perdido

en las explosiones de la historia recuperada,

evocando sus rasgos como espejo

que nos sorprende cada vez

por su elevada capacidad de disipación.  

En su frente clara

podrás ver, c

omo en las páginas de un libro,

las filas de los invasores,

igual que en una película en blanco y negro:

dale una cárcel y una tumba,

dale un exilio,

cualquier aquí o allí.

Y, a pesar de ello, podrás ver

las catapultas que destruyen las murallas

para elevarse otra vez más.  

Y de nuevo asciende Uruk  

(Publicado en el periódico Al-Hayat, el 10 de septiembre de 2003)  

Tomado de www.poesíaarabe.com

las tortugas pueden volar

por Neo Pecatt

(Lakposhta hâm parvaz mikonand) 

Director: Bahman Ghobadi

Intérpretes: Soran Ebrahim, Avaz Latif, Saddam Hosseim Feysal, Hiresh Feysal Rahman

País: Irán/Francia

Año: 2004 

Bahman Ghobadi, cineasta kurdo realizador de Las tortugas pueden volar, comenta en entrevista con La Jornada: «Sólo quiero que mi gente esté libre de mentiras, de la guerra, de la inseguridad. Sólo quiero que los niños kurdos se alejen de las tierras minadas y de las armas. Los países poderosos sólo quieren obtener beneficios de la guerra y ese no es un secreto. Ellos no se preocupan por nuestro sufrimiento y nuestro miedo. Nosotros sólo queremos que esta situación se detenga».Estas breves palabras del director nos sirven como introducción para comentar esta película que es un testimonio, tan real como descarnado, de la “otra realidad”, esa que no muestran las súper transmisiones televisivas, de la, en este punto interminable, guerra en medio oriente. La película relata la historia de determinados personajes en un pueblo del Kurdistán, sobre la frontera con Irán y Turquía, en la que un niño de sólo trece años, apodado Satélite por ser el único que posee los conocimientos para conectar una parabólica para tratar de bajar información sobre la inminente invasión yanqui a Irak, es una suerte de líder que comanda un “escuadrón” de niños que desactivan minas y recogen todo tipo de material bélico que venden en una especie de “mercado de las pulgas” armamentístico. Con lo recaudado Satélite provee a sus subordinados de diferentes elementos y víveres para satisfacer las pocas demandas que de alguna manera los conectan con lo que recuerdan de una vida normal perdida hace ya mucho tiempo. Esta sórdida cotidianeidad y el liderazgo de Satélite se ven amenazadas cuando, de pronto, aparece un niño de su edad, mutilado de los dos brazos, que viene de otro pueblo y desarma minas con la boca. Como para conflictuarse aún más se enamora de Agrin, la hermana de Hengov (tal el nombre del niño mutilado), quien además tiene un hijo ciego, producto de la violación reiterada por parte de quienes arrasaron con su pueblo y de quienes vienen escapando. La falta de respeto por la vida por parte de quienes propician estas guerras choca en este film con las diarias vicisitudes de estas personas que, aún en este contexto infrahumano de vida, encuentran lugar para el humor, el amor, los celos y las pequeñas controversias propias de la camaradería humana. Notable, por ejemplo, la secuencia en la que satélite logra conectar la antena y, cuando se reúnen los viejos de la aldea para que les traduzca las noticias, estos cierran los ojos ante las imágenes supuestamente sexies de la tele occidental. Como bien señalara el director en la entrevista a la que hago referencia al comienzo y que más adelante transcribiré, al menos en parte, la película transita la delgada línea entre documental y ficción, por lo cual estas situaciones que se plantean tienen un desarrollo, nudo y desenlace, para lo cual deberán ver la peli. Lo que sí les puedo decir es que el relato culmina con el derrocamiento de Saddam por parte del imperio asesino representado por el títere Bush, circunstancias que, como ya sabemos, no sólo no mejora la vida de esta gente sino que prolonga el infierno que todavía arde y que nadie sabe cuando cesará. Su origen, según el propio Ghobadi, nacido en 1969 en Bané, en el Kurdistán iraní, se ubica «tres días después de la caída de Saddam Hussein, fui a Bagdad para la presentación de la película Los cantos del país de mi madre. Mientras que todos los poderosos lanzaban armas pesadas sobre Irak yo quería, simbólicamente, lanzar un objeto cultural... Con la pequeña cámara mini dv que traía, filmé lo que pude ver en Bagdad pero también en otras ciudades. De regreso a Irán, me interrogué sobre mi acto y, unos días después, decidí volver y hacer una película que evocara lo que me había alterado: los terrenos minados, los niños mutilados, la gente perdida, la inseguridad agravada...». -¿Por qué no rodó un documental en vez de una ficción? -En mi cinta hay un diminuta línea entre la realidad y la ficción. Quiero decir que tomé casi todo de la realidad para el guión y sólo adherí pocos elementos de ficción, tales como la habilidad de Henkov (uno de los niños) para predecir el futuro. La ficción sólo me ayudó a crear una guía para construir la historia, el resto fue tomado de la vida real, incluso a los actores. Sólo usando la ficción podía haber hecho más sensitiva la historia para la audiencia. -¿Es un cineasta político? -No del todo. Sólo me gusta contar historias. No pretendo nada más allá, sólo mostrar mi punto de vista de la manera que lo sienta. No obstante, era una necesidad para él contar esto mediante el cine. «Creo que toda la gente queda afectada por las dictaduras en formas diferentes. Sin embargo, pienso que el punto de vista de los niños es diferente por su inocencia e ingenuidad. Ellos no comprenden por qué están viviendo esas situaciones, no obstante, tienen que aceptar sus vidas y aprender a vivir dentro de ese régimen totalitario Bahman Ghobadi trabajó en una emisora de radio y se incorporó a un grupo de jóvenes cineastas aficionados en Sanandaj, con los que empezó a realizar cortometrajes. Más tarde se instaló en la capital, donde se matriculó en la universidad para estudiar cine, pero tuvo que abandonar la facultad antes de terminar sus estudios. Entre 1995 y 1999 realizó una decena de cortometrajes que obtuvieron numerosos premios en distintos festivales nacionales e internacionales. En 1999 ocupó el puesto de primer asistente de Abbas Kiarostami durante el rodaje de El viento nos llevará. Cuento mi propia experiencia En 2000 dirigió su primer largometraje, A time for drunken horses, que se presentó en la Quincena de Realizadores de Cannes y obtuvo la Cámara de Oro y el Premio de la Crítica Internacional. Su segundo largometraje, Songs of my motherland (2002), fue presentada en Cannes, en la sección Una Cierta Mirada, y premiada en el Festival de Chicago. -¿Por qué cree que los medios de comunicación sólo exponen las cosas negativas de los kurdos? -Creo que porque estamos tan tocados por una situación terrible, la que mi gente ha vivido por décadas: la guerra. Es difícil para nosotros voltear e intentar ver un punto de vista diferente. La cinta me permitió mostrar demasiadas cosas de mi propia experiencia, y también lo vivido con los refugiados, que fue algo que me tocó las fibras. No quería contar ninguna otra historia más que lo vivido por mí mismo. Las tortugas pueden volar es la tercer cinta de Ghobadi. Escrita, dirigida y producida por él. -¿Por qué usar a gente común? -Ellos son estrellas de la vida real, conocen los sentimientos de la gente que vive la guerra. Además de que en el Kurdistán no hay actores profesionales. Trabajé con gente que no es artista pero los dirigí como si lo fueran y ellos así lo hicieron, por eso me sorprendieron en muchos aspectos. -¿Qué piensa de la mezcla de humor y tragedia que rodea la vida de los kurdos? -Pienso que es imposible vivir sin humor, especialmente cuando vives en medio de la guerra y la tragedia cada día. Los niños son sólo eso, niños, ingenuas personas, traviesas y divertidas por condición natural. En la película determiné agregar un saborcito de humor que le permitiera a la gente sentir menos angustia por lo trágico del tema en el filme. -¿Tuvo alguna dificultad durante la filmación? -Todas los rodajes tienen dificultades, aunque claro, el tema de la historia es una dificultad en sí, pero los niños me ayudaron a hacerlo más fácil. Ghobadi dijo que las verdaderas estrellas eran la gente común de Irak, del Kurdistán. «Saddam Hussein y George W. Bush eran sólo dos personas poderosas, que no viven o vivieron las consecuencias de sus decisiones, por tal motivo mostré el otro lado de la moneda, el lado que he vivido desde que nací. La contribución de Las tortugas... es el relato de una historia personal, y si esta historia puede tocar a alguien más, grandioso». 

sol ardiente

por Ivan Solo

La traducción del título para la presentación nacional es Sol Ardiente que es  parecido a Quemados por el sol  pero nada que ver. Ambos posibles títulos son los nombres con los que esta película  fue presentada en los distintos países de parla hispana, creo que en ruso es tipo rnsxzhk e inclusive alguna de estas letras va al vesre. De cualquier manera creo que de todas las letras que van al revés las mas complicadas son la o y por supuesto la x. Personalmente nunca me doy cuenta cuando esta al derecho y cuando al revés.Si  Sras. y Sres: Sol ardiente, Quemados por el sol o rnsxzhk, grueso, gruesísimo calibre, alta performance, me deshago en elogios.Los tanques de guerra intentan invadir una campiña, son tanques del oficialismo de la Unión Soviética de los años treinta, es decir los tanques de Stalin. Gran sorpresa del campesinado. Un militar que había luchado codo a codo con Stalin en las filas de ejercito rojo y que mora pacíficamente en la aldea, los detiene. Este heroico señor lleva por nombre camarada Kolov.Simultáneamente un agente del servicio de policía secreta del gobierno acepta una misión.Bueno la pelota empieza a rodar (reminiscencias del mundial) y se desenrolla una historia muy, muy pesada.El camarada Kolov vive altamente feliz junto a su esposa y una hermosa niña, que trabaja mejor que seis o siete escuelas de dramatización juntas, y más familiares, tíos , primos etc...Con el correr de los días llega a la campiña a visitarlos un muchacho que cuando era joven vivía en la aldea pero luego se fue, ahora tiene un trabajo que nadie sabe a ciencia cierta cual es y se queda unos días. Este visitante es un antiguo enamorado de la que ahora es la esposa del heroico militar. Sobre el particular hago un paréntesis para contarles que lo que tiene de heroico no es la cara y el maquillaje. El señor interpreta a un responsable directo en la logística de la revolución, y lo hace con mucha pista. Este señor se agarra de su cotidiana y pequeña felicidad que es la paz de la campiña, los sucesos pequeños y limpios , y los vive a fondo, con la conciencia de quien ha hecho lo inmenso, y hay que entender que esta película la hizo un ruso que comprende demasiado lo que la revolución significó y por ende hecha una grandísima carga sobre el papel del militar.El muchacho enamorado de la chica pasa los días hasta que un día empieza a destaparse la cacerola, empieza a verse a que vino, el es el agente mencionado a principio que acepta la misión (desde luego jamás mencionada), no sería de buen gusto contarles lo que sucede en el desarrollo del film, considero que hasta ahí es donde conviene llegar para no contar la peli.Es una película amarga que deja ver a muchos ojos ajenos a los sucesos, la trama interna no de la revolución pero si de la continuación de tan vasta empresa. Todo terminó en desastre.Este film esta ambientado después del fallecimiento de Lenin, casi puede decirse que son los primeros años del gobierno de Stalin que se continuó sin interrupciones hasta el año 1955, y que dejó en el campo de batalla tantos o más muertos que la segunda guerra mundial, decir el campo de batalla es solo un modo ya que no fue tal, esta película testimonia justamente la violentísima carnicería en la que se convirtió la toma del poder por el ejército rojo, carnicería que no comenzó recién ahí, es preciso decir que ninguna revolución es precisamente un fiesta, son sangrientas jornadas de muerte y desesperación y en la Rusia del 17 no fue distinto de manera que la sangre y la pólvora no escasearon en la unión soviética ya desde los finales del siglo XIX  y no escasearon tampoco hasta... hoy.Creo que esta película es testimonio de ideales vencidos, venidos a menos en su calidad de ideales. Es bastante triste la historia, no solo la que cuenta el film sino aquella en la que estamos inmersos de pies a cabeza.  En fin, su director: Nikita Mijailov ,el resto de los participantes, los protagonistas, la nenita, y etc ... tengo que decir acá en este punto, que ni la menor idea, todo esta en ruso y no tengo ojos de rayos x. Bueno hasta la proximita.

Peter Gabriel - segunda parte

La fija

  Los primeros cuatro discos de la etapa solista de Gabriel llevan por título su nombre acompañado del número respectivo. Así entonces se los conoce como Gabriel 1, 2, 3 y 4, aunque el arte de tapa de cada placa de alguna manera también los bautiza. Por lo tanto Gabriel uno, en el que se lo ve al quía asomado a la luneta de un auto azul se lo conoce por “Car”, Gabriel dos por “Scratch” ya que aparece como rasguñando la foto con sus “garras”. El tres, por su parte, es llamado también “Melt”, ya que la mitad del rostro de Gabriel aparece derretido, como si fuese un muñeco de cera expuesto a un alta temperatura. El cuarto es un tema, al menos para mí. Si bien es de los cuatro el que más me gusta, aunque todavía no nos ocupamos de lo musical, digo que es un tema con respecto a esto de los sub-nombres o meta-nombres. Y es que en la tapa se ve una especie de máscara, un tanto terrorífica, con cierto aire sadomasoquista si se quiere jaja, no obstante lo cual se lo conoce como “Security”. Seguridad. Tomando este criterio “inspirativo” es que uno se confunde un poco…, supongo que tendrá que ver con la necesidad de ocultrase tras una máscara para lograr la tan mentada «seguridad». En fin. Gabriel dijo en algún momento que esta sucesión de álbumes era como fascículos de una revista. Lo cierto es que se percibe una suerte de correlato entre ellos. El primero, en el cual colaboran verdaderos talentos como Peter Hammill, Robert Fripp, Kate Bush o Jerry Marotta por ejemplo y cuenta con la producción de Bob Ezrin mas tarde muy conocido por producir The Wall de Pink Floyd, data del año 1977. Temas como “Solsbury Hill”, una suerte de canto de liberación, o “Here comes the flood”, bonito himno de ribetes épicos, son quizás los temas más recordados, aunque es un disco parejo en general y son también interesantes “Excuse me” o “Humdrum”. Scratch es un poco más oscuro. Este segundo disco, de 1978, da la impresión de ser la calma antes de la tormenta que desatarán los próximos dos, especialmente Security. Robert Fripp, el eterno Tony Levin y Jerry Marotta son sus principales laderos en este laburo, y el segundo corte, “Mother of violence”, tal vez sobresalga, al menos en mi humilde y subjetiva opinión, por la dulzura y melancolía del piano gabreliano, acompañado por el slide guitar de Sid McGinnis y todo esto amalgamado con una retórica inquietante. Por supuesto no es lo único del disco. “Exposure” con Fripp como co-autor o “Perspective”, sólo por nombrar un par, resultan atrayentes. En 1980 ve la luz Gabriel tres o Melt como quieran llamarlo. Aquí aparece David Rhodes en la viola, que sin duda imprime su sello, y lo seguirá haciendo a lo largo de la carrera solista de Gabriel. Marotta la descose con la percu, el pelado Levin se dedica a tocar el stick y deja en el bajo a John Gibblin, un pibito que la mueve un poco. Vuelve Kate Bush y Fripp sigue haciendo de las suyas. La placa arranca con “Intruder”, un primer mazazo que nos dejará turulatos para luego seguir pegando con “I don´t remember”, el perfecto “Games without frontiers” y “ Not one of us”, pera cerrar con ese terrible homenaje a Stephen Biko, lider de la lucha contra el appartheid, asesinado en septiembre de 1977, llamado justamente “Biko”. Y llegamos al último de la saga. Año 1982 y aparece Security, uno de los dos versionados en alemán. Sí, cantado en alemán. Un idioma con una estructura y una fonética tan particular, tan dura, cerrada. Y el tipo traduce, adapta, y canta todo el disco en alemán. Rarezas a las que Gabriel nos tiene acostumbrados. Además de piano, flauta, voces, Gabriel le entra al surdu, marimba, se mete un poco con la percuta. Y lo hace bien. Vuelve a contar con Hammill entre sus filas (no podía ser de otra manera dado el perfil del disco), su esposa en ese momento, Jill, hace coros y Levin, Marotta, Rodhes, en fin, toda la “caterva”, los chochamu. El  disco arde. “The rhythm of the heat” estalla de movida. Baja un par de cambios con “San Jacinto” y vuelve a la carga con “Shock the monkey”, tal vez el tema comercial de la placa pero no por eso menor, “Lay your hands on me” y “Kiss of life” que nada tiene que ver con el tema homónimo de Sade. El laburo está apoyado en una percusión demoledora, inspirada en ritmos africanos, cosa que ya había manifestado en la placa anterior y que será uno de los rasgos de su obra toda y también de la orientación que dará a su productora. Pero eso es harina de otro costal. Seguiremos en la próxima…

TINTA ROJA

Andrés Calamaro

Warner - 2006

por Pablo Cattáneo Lo confieso públicamente: nunca me banqué a Andrés Calamaro. Siempre me reflejó el estereotipo del rocker trucho, mezcla de arruinado al pedo y superado vaya a saber uno de qué. Por otra parte su obra nunca me resultó interesante. Musicalmente trivial, su eterna cadencia, repetida hasta el hartazgo, invariablemente me aburrió sobremanera, además de molestarme la onda eterno hit adolescente de sus canciones. Como para revalidar todo esto, tuve en un momento la posibilidad de conocerlo personalmente. Fue a fines de la década del ochenta, en el umbral de los noventa. El tecladista de la banda que yo integraba por aquel entonces poseía un estudio de grabación sobre la Avda. Córdoba, casi esquina Junín. El estudio se llamaba, o tal vez se llama todavía, “Cosmos”. Muy bien armado y equipado con los últimos chiches disponibles en ese momento, pujaba por ganarse un lugar en el difícil rubro de los estudios de grabación, y en este delicado trance es que desfilaban desde grupos de gaiteros hasta ignotos músicos y cantantes que grababan sus demos, algunos realmente interesantes, para tratar de desarrollar sus carreras. “Endemientras” tanto Octavio Stampalia, el ya mencionado compañero de banda, como su socio Alejandro hacían horas de vuelo en este dificilísimo arte de “grabar”. Mientras tanto nosotros aprovechábamos las horas libres del estudio, que eran bastantes, para utilizarlo como sala de ensayo y para ir grabando los temas que íbamos abrochando. Una gloria. Es en este contexto entonces que una tarde caen Andrés Calamaro y Ariel Roth para hacer unas tomas de unas cancioncitas, las cuales nunca supe si se editaron. La verdad es que eran por lo menos “flacas” como diría un amigo. Anyway. Debo decir que la primera impresión no fue mala, ya que era absolutamente cónsona con la idea que yo tenía del chabón y su música. Llegaron con esa onda “star”, desplegaron inmediatamente diferentes fetiches rocker, de los cuales sólo puedo nombrar una botella de Jack Daniel´s, y se pusieron a laburar sobre unos patterns de bata que traían programados en una máquina. La sensación de atónita aversión crecía de manera directamente proporcional conforme avanzaban en la confección de las tomas. Recuerdo todavía, después de alrededor de 18 años, parte de la letra de una de las canciones que rezaba algo así como: -Traigan las chicas, traigan el alcohol, pero, por favor, no olviden el bronceador……(¡¡¿?!!). Se imaginarán entonces la música que acompañaba tan profunda y filosa retórica. En fin. En un punto vieron en la pecera mi Rickenbaker Sixtie Special, que por aquel entonces amplificaba en un Kustom 150, y flashearon. Me lo pidieron para grabar algunas tomas y yo accedí. Más. Un par de semanas después se los alcanzé al estudio Panda, que estaba o está por Devoto si mal no recuerdo, donde prosiguieron con la grabación. A estas alturas se estarán preguntando para qué cuenta todo esto este perejil. Pues bien. Me interesaba plasmar, de alguna manera, mi postura frente a la obra de Calamaro a modo de introducción, para ahora ocuparme de Tinta Roja, el último laburo editado, creo. Y es que fue una grata sorpresa. Sobre una selección no muy arriesgada de tangos y acompañado por excelentes músicos Calamaro entrega un trabajo interesante. Con versiones bastante aflamencadas, giro que ya había realizado Martirio uno años antes con su “Flor de Piel”, los temas elegidos suenan bien, destacándose, en mi humilde opinión, “Como dos Extraños” con el acompañamiento del enorme Juanjo Domínguez, y “Nostalgias” en “clave de bolero”, muy interesante aunque liviana si se la compara, por ejemplo, con la versión de Hermeto en su tremendo “Por diferentes caminos”. . “Sur”, “El día que me quieras”, “Mano a Mano”, “Por una cabeza”, “Tinta Roja”, “Milonga del Trovador”y “Melodía de arrabal” completan la lista de temas. No suena el bandoneón en el disco ya que es reemplazado por el saxo, trompeta o harmónica. Calamaro “dice” bastante bien y los músicos que lo acompañan en esta aventura son, además del mencionado Domínguez, Niño Josele en guitarra, José Reynoso en piano, Montse Cortés cantaora flamenca (de dudosa performance en “El día que me quieras”), Jerry González vientos. Si logramos entonces apartar la nata marketinera que indefectiblemente cubre este tipo de lanzamientos para convertirlos en “productos” lo más vendibles posible, nos quedará una placa digna de ser escuchada. También nos queda la sensación de que Calamaro ha empezado a madurar y que quizás nos acostumbre a entregarnos algún trabajo serio cada tanto, aunque frases vertidas por el músico con motivo de la aparición de este disco nos planteen ciertas dudas: “Nunca dejé el rock and roll. Sospecho que es lo único que sé tocar, pero también estoy cerca de la música popular” o “No sé si es verdad, pero lo quiero decir: es el tango el que nos eligió a nosotros”. Ya lo sabremos pues, por lo pronto es lo que hay. Hasta mas ver.  

acerca del origen arábigo del gaucho

Innumerables páginas se han escrito sobre el gaucho argentino. Muchos son los poetas, escritores, hombres de estado y hasta filósofos que se ocuparon en resaltar su figura y analizar sus orígenes. No pocos de esos vates de la literatura argentina lo han identificado como “ portador de genuina sangre árabe.” No pretendo aquí agregar nada a lo ya escrito. Me limitaré tan solo a transcribir algunas de esas citas para darle el marco adecuado a esta traducción al lenguaje árabe popular.
Dice el recordado escritor argentino-árabe, Ibrahim Hallar, en su libro El Gaucho, su Originalidad Arábiga : “ No perteneció a ninguna raza y fue la amalgama de todas las estirpes; mejor dicho, fue una clase social, con aquellos atributos precedentes afirmando, sin temor a equívocos, su gran originalidad arábiga...”

El escritor F. Sánchez Zinny afirma: “ Ya lo he dicho alguna vez: el auténtico gaucho era, indudablemente, de ascendencia andaluza, vale decir, traía en sus venas sangre árabe.” “Y debe ser así” - asegura Vicente Fidel Lopez - “dado que los principales pobladores hayan salido de los puertos de Andalucía y Galicia” agregando que: “ Si se quisiera ir al análisis químico de nuestra sangre, no pocos globulillos de ella cantarían en árabe.”

Otro escritor argentino-árabe, el recordado Julio Chaij, expresa que muchos poetas, novelistas, filósofos y hombres de estado, han ensayado analogías para identificar al gaucho con prototipos de otros países, no ya entre los pueblos próximos; sino, yendo mas lejos en alas de la imaginación, quisieron hallarla en el BEDUINO, aquel no menos célebre e inquietante personaje de los desiertos arábigos. Y agrega : “ Es indudable que no les faltaron razones para hallar la analogía entre ambos personajes, que presentan muchas y variadas similitudes dentro de sus características personales: su caballo, su agilidad y destreza de centauros, su valor e intrepidez, su serenidad y entereza ante el peligro, ofrecen caracteres de extraña semejanza que la analogía se insinúa con insistencia a la inspiración del poeta y del pensador...”

Domingo Faustino Sarmiento expresa: “ Es el gaucho argentino un árabe que vive come y duerme a caballo. No se preocupa por saber si el caballo que monta es salvaje o domesticado; lo ensilla y lo somete, de grado o por fuerza, a su voluntad. Resiste con el mayor estoicismo toda clase de privaciones y fatigas. Es un bárbaro en sus costumbres, y sin embargo, es inteligente, honrado y susceptible de abrazar con pasión una idea...” Y Daireaux agrega... “ Rehusarle un convite es una ofensa para el gaucho.” Ignora las leyes civiles; nace y muere sin constar en ningún registro... Desdeña al hombre que no sabe montar a caballo... Nadie le inculcó principios religiosos, pero cree en Dios...

Acaso ¿ No halla el lector una semejanza patente en las características de ambos personajes?
Rachid Chehayeb Traductor del Martín Fierro al árabe.

Convocatoria

Amigos, el conflicto entre Israel y el pueblo palestino alcanza el rango de una tragedia histórica. Debemos romper el silencio; les propongo no solo que firmen el texto que les adjunto, sino que además lo hagan circular.
Un gran abrazo – Ramón Fanelli
 
Alejandro Horowicz
No hace tanto tiempo, las palabras judío y oprimido se cruzaban con alguna adecuación. Era la época en que Albert  Memmi y su categoría de colonizado gozaban de inusitado prestigio,  en que Jean Paul  Sartre promovía el diálogo entre la izquierda árabe y la israelí, en que la paz en Medio Oriente se vinculaba al avance de las fuerzas progresistas y revolucionarias del mundo entero.  Entonces,  resultaba exigible que el nacionalismo palestino aceptara el derecho a la existencia del  Estado de Israel, y que el sionismo admitiera que el Estado Palestino formaba parte de la agenda del realismo político. En contra de  los cálculos de muchos, ambas cosas casi sucedieron: Yasser Arafat, en nombre del pueblo palestino, y Itzjak Rabin, como representante del gobierno israelí, iniciaron las tratativas que debían desembocar en la autonomía nacional Palestina ( Estado Nacional Independiente) y en la normalización de las relaciones del Estado de Israel con todos sus vecinos árabes.

La paz parecía ganar cuerpo y espacio, la reacción de ambos campos retrocedía,  al menos, en la legitimidad de la batalla discursiva. Pero Rabin fue asesinado por un complot teológico – fascista, primero, y los responsables del crimen ganaron las elecciones nacionales, después. A tal punto la sociedad israelí giró a derecha, que el agente que apretó el gatillo es una suerte de héroe popular que recibe en la cárcel cientos de cartas semanales de aliento y respaldo. La autonomía Palestina no solo no avanzó hasta concretar un estado independiente, sino que tras la muerte de Arafat la política oficial del gobierno israelí propone explícitamente destruir el pueblo palestino con el simple argumento de combatir y vencer terroristas. Es una acusación tradicional: la hicieron los nazis contra la resistencia francesa, la repitió la culta Francia contra el pueblo argelino,  insistió e insiste el gobierno norteamericano en Vietnam, Afganistán, Irán; la esgrimió en múltiples oportunidades el gobierno israelí en los territorios ilegalmente ocupados.  

La masacre actual excede todo lo conocido. No son los datos con su abrumadora evidencia los que horripilan, sino la repetición en medio del silencio cómplice del mundo llamado civilizado. Es preciso detenerla para que judío y masacrador no se vuelven sinónimos. Para que el carrousel de la muerte no añada gratuita barbarie sobre inenarrable dolor.

Los abajo firmantes exigimos la inmediata detención de los asesinatos militares, la apertura de negociaciones bajo control internacional para asegurar hoy mas que nunca el legitimo derecho de ambos pueblos a vivir en paz bajo sus respectivos gobiernos democráticamente determinados.          

Es preciso que las fuerzas democráticas, populares y progresistas del mundo entero  hagan saber que más tarde o más temprano los crímenes contra la humanidad no quedarán impunes, que la victoria militar sobre el pueblo palestino tiene un nombre inequívoco: genocidio, y que las masacres solo abren el curso de nuevas masacres. La única garantía para la seguridad de todos es la paz, las demás no solo son ilusorias, sino que han mostrado a lo largo de mas de medio siglo su sanguinolenta estela. 
Adhieren
León Rozitchner, filósofo, profesor universitario (UBA)Elsa Drucaroff, Escritora y crítica literaria. Alejandro Horowicz, ensayista, profesor universitario (UBA) Antonio Dal Masetto, escritor. Ángela Pradelli, escritora  Gigliola Zecchin (Canela), escritora y periodista cultural (Buenos Aires)
 Jorge Accame escritor (Jujuy) Elena Bossi (escritora Jujuy) Jorge Ariel Madrazo, escritor Ramón Fanelli, escritor, psicoanalista. Nina Torres, egresada de Escuela de Escritores, SOGEM y profesora-investigadora Universidad Autónoma Metropolitana, UAM, México. Juan Carlos Gimenez   director de La revista literaria AMARU Aníbal Jorge Sciorra, escritor (Buenos Aires)Luis Francisco Houlin, poeta María Rosa León (Escritora) Ricardo Costa Winston Morales Chavarro, poeta y narrador. Manuel Lozano ,escritor, Presidente,  Fundación FIED Daniel Battilana, Poeta, ensayista, sinólogo  Ph. D. K´s. C. L Roberto Glorioso  Alberto Fernandez, escritor Isabel Victoria Krisch.  Profesora, Correctora Literaria, Escritora. María Gabriela Piccini, poeta Pablo E. Cattáneo, músico Guido Cattáneo, niño Rubén Vedovaldi, poeta DNI 8.375.155 (Rosario, Santa Fe, Argentina) Mirta Cevasco, Lic. en Psicopedagogía, Poeta e Investigadora de Historia Argentina. Emilse Zorzut, escritora, psicóloga clínica. (La Plata) Reinaldo Cedeño, periodista (Cuba)  Carlos Penelas, poeta Claudio Portiglia, poeta José Antonio Cedrón, escritor argentino; docennte en el Centro Morelense de las Artes (Cuernavaca, México) Cristina Pailos César Guerreiro Murta Esther Pagano, escritora (Argentina) Alfredo Lemon, abogado, poeta, escritor, Blanca Rizzo, Bailarina y coreógrafa y parte de COCOA datei (coreógrafos contemporaneos asociados) Susana Szwarc, escritora Liliana Heer, escritora y psicoanalista Tisocco Gustavo, médico, escritor. Celina Vautier, poeta (Ciudad de Buenos Aires) Maria Elena Sancho.artista visual,escritora-Argentina  Elena Llobera abogada,  investigadora, escritora.  Gustavo Mac Lennan, actor y periodista FODEMA Red Nacional  de Medios Alternativos Fanny Garbini Téllez, docente, escritora. (Bahía Blanca, Buenos Aires) Martín Andrade, escritor, poeta Cristina Castello,  Poeta y periodista Nelson Cordoba, Politólogo, Ex Alcalde Localidad 4 Bogotá D.C. Lic. Leonor Calvera, Escritora y poeta  Ivonne Bordelois Raúl Novau, escritor, (Misiones) Silvia Camerotto, escritora José-Augusto de Carvalho, poeta  Si alguna otra persona quiere adherir puede hacerlo directamente al mail noalgenocidio@gmail.com